Hay muchos cubanos recién llegados con dudas con respecto a los límites de la protección del patrocinador que le apoyó para venir a los Estados Unidos, desconocen si pueden beneficiarse de la ayuda del gobierno de los Estados Unidos en su condición de beneficiario del Parole Humanitario.
La ley vigente en Estados Unidos establece que todo extranjero que ingrese al país, luego de una petición familiar formal, deberá tener un patrocinador. En esencia, tendrá que contar con el apoyo de una persona residente o ciudadana americana que lo respalde. Esa protección será hasta que el migrante obtenga su naturalización o resulte acreditado con 40 trimestres de trabajo.
Cuando el beneficiario pisa tierra americana el patrocinador debe presentar una declaración jurada frente a las entidades competentes comprometiéndose a cumplir todas sus obligaciones como protectores, es un contrato legal vinculante a largo plazo entre las partes involucradas.
Legalmente, quedará constancia de que las personas recién llegadas no recibirán ayuda alguna del gobierno de Estados Unidos, pues no representan una carga pública para el país.
El inmigrante no necesitará cupones de alimentos, Medicaid, Seguro de Ingreso suplementario (SSI), ni asistencia temporal.
De acuerdo con el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés), un parole humanitario es “un permiso de permanencia temporal otorgado por razones humanitarias urgentes o de beneficio público significativo”. En otras palabras, se trata de una vía legal para permanecer en el país sin VISA durante, al menos, un año.
Para solicitar el parole humanitario debes encontrarte fuera de los Estados Unidos, contar con un pasaporte internacional vigente, cumplir con los requisitos de salud pública, costear tu pasaje a Estados Unidos y tener un patrocinador con estatus legal en el país que pueda darte apoyo financiero o de cualquier otro tipo que sea necesario.
Si la persona obtiene la Green Card o residencia y comienza a recibir beneficios del gobierno, las autoridades solicitarán un reembolso. De todos modos, esta consecuencia recae directamente en la figura del patrocinador. Será él quien pague a la agencia el dinero pactado.
